El administrador concursal en la Ley de Segunda Oportunidad es un profesional nombrado por un juez para gestionar la situación de una empresa o persona que se encuentra en concurso de acreedores, es decir, en una situación de insolvencia.
Así, la Ley de Segunda Oportunidad es un mecanismo legal diseñado para aquellas personas que no pueden hacerse cargo de sus obligaciones de pago. Esta ley habilita distintas vías para liberarse de las deudas total o parcialmente, y así poder comenzar de cero.
A continuación, te explicamos mejor cómo funciona la ley y el papel y las funciones del administrador concursal en todo el proceso.
¿Cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad en 2024?
Antes de la reforma de 2022, el proceso de la Ley de Segunda Oportunidad contenía dos fases:
- Una fase extrajudicial en la que se intentaba llegar a un Acuerdo Extrajudicial de Pagos con los acreedores para negociar nuevas condiciones. Esta acción se realizaba frente a Notario, Cámara de Comercio o el Registro Mercantil.
- Una fase judicial en la que, si no había acuerdo, se solicitaba el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI), ahora llamado Exoneración del Pasivo Insatisfecho (EPI).
Actualmente, la fase extrajudicial se ha suprimido, por lo que el proceso de segunda oportunidad se inicia directamente mediante solicitud ante el juzgado de lo mercantil. El objetivo de esta reforma es acelerar y simplificar el procedimiento de exoneración del pasivo insatisfecho.
Papel del administrador concursal en la fase judicial
Una vez que el juez impulsa el procedimiento tras recibir y aprobar la demanda de solicitud, da plazo a los acreedores para que se personen si lo desean. De esta forma, podrán solicitar el nombramiento de un administrador concursal si lo creen conveniente.
Así, el administrador concursal cumple la labor de presentar al juez los informes preceptivos sobre la situación patrimonial y financiera del cliente y, en su caso, de realizar un plan de liquidación. También debe emitir un informe al juez indicando si el deudor cumple con los requisitos para obtener la exoneración del pasivo insatisfecho.
Funciones del administrador concursal
Así, entre las múltiples funciones que realiza el administrador concursal en la gestión de la situación de insolvencia del deudor, se incluyen:
- Evaluar la situación financiera. El administrador analizará si se cumplen los requisitos legales para iniciar el proceso concursal y elaborará un informe de la situación del deudor. Esta evaluación incluye la relativa a la situación de insolvencia y las características de la deuda.
- Gestión de bienes. El administrador es responsable de crear un inventario de los bienes del deudor, manejar las cuentas bancarias y, si es necesario, vender los bienes en una subasta pública para pagar a los acreedores.
- Clasificación de las deudas. Debe identificar y clasificar los créditos, estableciendo un orden de prioridad para el pago, según lo que dicta la ley.
- Supervisión de la actividad. Si la empresa continúa operando, el administrador puede gestionar la empresa, firmar contratos y tomar decisiones estratégicas para intentar salvarla, en caso de que sea viable.
El papel del administrador concursal en la Ley de Segunda Oportunidad es fundamental para garantizar un proceso de insolvencia ordenado y transparente. Gracias a su rol, tanto los deudores como los acreedores cuentan con la seguridad de que sus intereses están supervisados por un profesional independiente que actúa bajo la autoridad judicial, lo que contribuye a hacer de la Ley de Segunda Oportunidad una vía confiable para obtener una nueva oportunidad financiera.
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